Almeja Babosa

La Almeja Babosa es una de las más populares en la gastronomía gallega, al igual que la fina, la japónica y la rubia. Todas estas variedades de almejas cuentan con la misma forma ovalada que pueden llegar a variar en cierta medida en su tamaño y en su color. La Almeja Babosa suele ser de color gris pálido o crema, con algunas bandas tenues de una tonalidad más intensa y unas finas líneas que se dibujan en su concha, paralelas al borde.

Luego, los sifones se encuentran unidos en toda su longitud siendo ésta una de las principales características que permiten diferenciarla de otras. Cuenta con una calidad similar a la almeja fina pero no cuenta con ningún tipo de resistencia fuera del agua. Este tipo de bivalvo vive enterrado en la arena en la zona intermareal, que durante algunos meses del año dicha zona se convierte en un labradío en donde se las puede recoger.

Otras especies de almejas viven en aguas dulces, siendo la temperatura óptima del agua para un mayor crecimiento la que se encuentra entre los diez y los veinte grados, aunque pueden llegar a tolerar niveles más altos de temperatura. Para cocinarlas, aunque las almejas ya se encuentran depuradas se recomienda sumergirlas en agua fría con sal durante una hora para que puedan abrirse y así soltar la arena que tienen en su interior. Se escurren y se lavan muy bien. Se debe comprobar que estén todas vivas, observando que si alguna tiene las valvas abiertas es porque está muerta.

Es posible prepararlas al vapor, a la marinera con arroz, en sopas de pescados o guisos, siempre en cualquier caso los tiempos de cocción deberán ser mínimos y si se opta por abrirlas al vapor se puede acompañar con una o dos hojas de laurel.